EL SHOW DEBE CONTINUAR

por Hemisferio Izquierdo

Tengo un amigo que ha sufrido una recaída.

No somos muy íntimos, pero nos une algo, el cáncer. Y ese lazo es más profundo e intenso que muchas otros lazos que se establecen entre amigos de hace más tiempo.

Me llegó la noticia por correo electrónico, quería informarnos a unos cuantos de su “nueva” situación, de nueva nada porque ya sabe qué es, ya sabe por todo lo que tiene que pasar. El aliento del lobo ha dejado de soplarle en la nuca y ahora vuelve a tenerlo en su interior. Intentando ganar la batalla, intentando llevarse un poco de él.

Deseo que lo supere, con toda mi alma y mi corazón. No me parecería justo que el mundo tuviera que prescindir de alguien que ya ha aprendido esta lección 2 veces, de alguien que tiene una misión en este mundo y es comunicar y desestigmatizar el cáncer, de alguien que sonríe a la vida, de alguien que es valiente, de alguien al que ves junto a su novia y ves el amor incondicional, de alguien que comparte y tiene deseos de aprender para seguir compartiendo.

Cuando recibes una noticia así, y has sufrido un cáncer, es inevitable pensar ¿y si yo tengo una recaída? ¿Y si estos meses que he perdido un poco de peso y me siento tan cansada significan que el lobo vuelve a estar en mi interior?

Deseo que mi amigo se recupere, está luchando, tiene un ejército con él, pero sí que es verdad que en esta batalla, en ocasiones, te sientes tan débil y te encuentras tan mal que a veces cuesta ser optimista.

Pero debe serlo, debemos serlo todos, tengamos o no cáncer. La mejor medicina es el buen humor, el optimismo, las ganas de vivir.

Porque, en definitiva, ocurra lo que ocurra, el show debe continuar.