Hemisferio Izquierdo

Cuando la mente no para de pensar…

Etiqueta: batalla

EJÉRCITO INVISIBLE, ROMPA FILAS

Lamento comunicar que Alessandra no ha podido con la batalla que estaba lidiando, son unos momentos muy duros para sus familiares y amigos.

Gracias a todos los que participasteis en esta entrada colaborativa, ella lo agradeció mucho y se sorprendió que absolutos desconocidos le enviasen mensajes llenos de amor y ánimo.

Gracias por haber formado parte de este ejército y por dedicarle un rato a una adolescente que luchaba por seguir viviendo.

Un beso Alessandra, descansa al fin.

AÑO V d. C. (después del Cáncer)

Hoy hace 5 años que me diagnosticaron cáncer de colon.

En este lustro he sufrido, he reído, he llorado, he luchado y también me he rendido. He aprendido a escuchar a mi cuerpo, a mi alma, a mí.

En estos 1825 días superé mi enfermedad, dejé mi antiguo trabajo, acompañé a mi madre en su enfermedad, cerré proceso terapéutico con mi psicóloga, me enamoré, me trasladé de piso para vivir con mi pareja, viajé a África, hice un curso de cine documental… entre muchas otras cosas. Porque la vida seguía, por suerte la vida seguía conmigo dentro.

Y hoy, esta Thalis, más resiliente, más receptiva, más respetuosa consigo misma porque se tiene en cuenta quiere agradecer a su tumor el haber irrumpido en su vida. Por hacerme consciente de mí, de mi cuerpo, de mi salud y de mí persona.

He sido afortunada porque puedo contarlo, porque puedo compartirlo y porque puedo seguir sentándome con mis queridos padres a charlar de la vida y poder ver cómo viven tranquilos y felices porque estoy aquí. Porque ellos dos fueron mis muletas, me acompañaban, me escuchaban, me arropaban, me distraían.

Gracias Nuria y Willy, mis padres, mi sol y mi luna. Sin vosotros la batalla hubiera sido imposible. Os quiero.

EL SHOW DEBE CONTINUAR

Tengo un amigo que ha sufrido una recaída.

No somos muy íntimos, pero nos une algo, el cáncer. Y ese lazo es más profundo e intenso que muchas otros lazos que se establecen entre amigos de hace más tiempo.

Me llegó la noticia por correo electrónico, quería informarnos a unos cuantos de su “nueva” situación, de nueva nada porque ya sabe qué es, ya sabe por todo lo que tiene que pasar. El aliento del lobo ha dejado de soplarle en la nuca y ahora vuelve a tenerlo en su interior. Intentando ganar la batalla, intentando llevarse un poco de él.

Deseo que lo supere, con toda mi alma y mi corazón. No me parecería justo que el mundo tuviera que prescindir de alguien que ya ha aprendido esta lección 2 veces, de alguien que tiene una misión en este mundo y es comunicar y desestigmatizar el cáncer, de alguien que sonríe a la vida, de alguien que es valiente, de alguien al que ves junto a su novia y ves el amor incondicional, de alguien que comparte y tiene deseos de aprender para seguir compartiendo.

Cuando recibes una noticia así, y has sufrido un cáncer, es inevitable pensar ¿y si yo tengo una recaída? ¿Y si estos meses que he perdido un poco de peso y me siento tan cansada significan que el lobo vuelve a estar en mi interior?

Deseo que mi amigo se recupere, está luchando, tiene un ejército con él, pero sí que es verdad que en esta batalla, en ocasiones, te sientes tan débil y te encuentras tan mal que a veces cuesta ser optimista.

Pero debe serlo, debemos serlo todos, tengamos o no cáncer. La mejor medicina es el buen humor, el optimismo, las ganas de vivir.

Porque, en definitiva, ocurra lo que ocurra, el show debe continuar.

AÑO IV d. C. (después del Cáncer)

Hoy hace 4 años que escuché a un médico decirme que tenía un tumor.

Hoy hace 1 día que Barcelona, la ciudad donde he vivido gran parte de mi vida, tiene a su primera alcaldesa, Ada Colau. No escribiré sobre ella porque sabemos de dónde procede, cual ha sido su periplo en los últimos años y que tipo de políticas quiere llevar a cabo en esta ciudad.

Pero si me gustaría hacer un paralelismo en como en los últimos 4 años las cosas han cambiado. En mi vida y en mi ciudad.

Recuerdo ir con mi amiga Elena a Plaça Catalunya a apoyar el Movimiento 15M, como se inició todo el proceso de ocupar plazas públicas para mostrar el descontento social. Un mes más tarde me diagnosticaron un tumor y seguí yendo a la plaza, seguí manifestándome y seguí mostrando mi descontento. Por lo visto mi cuerpo también mostraba su particular descontento.

Y mientras se desarrollaba una batalla social, con pequeñas movilizaciones usando las redes sociales, creando plataformas contra injusticias, potenciando el asociacionismo vecinal… yo me enfrentaba a mi batalla personal.

Cuatro años más tarde estoy sana como una manzana y feliz como una perdiz. Porque las cosas están cambiando, porque la política municipal parece que vuelve a estar en  manos del pueblo. Ya veremos en los próximos meses como va todo.

Hay que vivir día a día, sentirnos felices por cada momento que la vida nos regala y aprovechar las segundas oportunidades que nos brinda el destino. Hace cuatro años que volví a nacer; cuatro años donde aprendí muchas cosas, de mi  misma y de la vida en general; hace cuatro años que empecé a ser otra Thalis y sigo tomando apuntes en este largo y maravilloso aprendizaje que es la vida.

En la actualidad concibo la vida como el espacio donde dar y recibir amor, con cada uno de los actos que llevo a cabo.  Nada más y nada menos.

¡Salud!

¡Feliz Vida!

¡Felices cambios sociales! (Espero que no nos defrauden).

PALABRAS QUE NO QUIERES ESCUCHAR

El pasado 25 de junio le extirparon un tumor y unos ganglios a mi madre. La operación fue muy bien, la espera fue realmente larga porque la bajaron a quirófano a las 10:40 y hasta las 20:20 no la subieron a su habitación, pero cuando la vi me invadió una alegría inmensa, estaba allí grogui pero sonriéndome y dándome la mano.

Al día siguiente ya se encontraba fenomenal, caminaba, pudo ingerir líquidos y sentarse como si nada, bueno casi. Al cabo de 5 días le daban el alta médica.

Los siguientes 15 días fueron de cuidados, de paseos, de risas, muchas risas. Mi madre y yo hablamos de mil cosas y siempre reímos mucho, lo cierto es que la persona con la que soy más payasa del mundo es con ella, soy feliz con mi madre y me hace feliz hacerle reír.

Pero hoy, se me ha torcido el gesto, tenía cita con su oncóloga. La he acompañado, éramos muy optimistas, creíamos que no tendrían que administrarle quimioterapia. Pero no, el destino ha querido UNA VEZ MÁS, ponernos a prueba. Si fuera creyente pensaría que Dios nos está poniendo una prueba que debemos superar, que ya nos puso una con mi enfermedad y que ahora, DE NUEVO, nos está probando. Pero no profeso ninguna religión, así que me encomiendo a lo que la vida nos está intentando enseñar, busco respuestas, indago, me vuelvo un poco loca, me pregunto y repregunto una y otra vez ¿por qué?

Os preguntaréis cuáles son las palabras que no quiero volver a escuchar, pues que le den una tanda de quimioterapia combinada, del Fluoracilo no tengo nada que decir porque fue bastante leve pero del Oxaliplatino, mejor no hablemos, él y yo no somos grandes amigos. Ya expliqué en este post los efectos secundarios que provoca: https://hemisferioizq.wordpress.com/2012/01/12/21112-a-las-12-horas/

Así que bueno, después de cagarme un rato en todo, no queda más remedio que volver a luchar, de seguir haciendo reír a mi madre y de acompañarla en todo este proceso. La que fue escudera en mi batalla se ha convertido en la líder de su propia historia y yo la sigo y le cubro la espalda, fiel e incansablemente. Porque no hay mejor manera de devolverle lo que hizo por mí que estar a su lado ahora, ahora y siempre.

Te quiero mama ¡Podemos!

NO HAY MAL QUE CIEN AÑOS DURE

Este refrán, que se dice como consuelo ante una adversidad para recordarnos que esta es pasajera siempre, pues nada se eterniza, reafirma lo que escribí la semana pasada. Cuando vivimos una época incierta, será mejor que la aceptemos porque cuando menos lo esperemos una pequeña noticia puede hacer que nuestro estado de ánimo cambie por completo.

Ayer tuve revisión en el hospital, soy completamente consciente que estas últimas semanas he podido estar más alicaída sobre todo por eso, esperar resultados médicos siempre te provoca desasosiego, más cuando tienes unos antecedentes como los míos. El caso es que todo fueron buenas noticias TAC perfecto, índice tumoral bajo. Y es curioso porque estas dos informaciones son extraordinariamente positivas pero lo que me hizo más ilusión fue que me dijera la doctora que me iban a retirar el port-a-cath.

Se cierra un capítulo, el 21 de julio de 2011 me implantaron el port-a-cath, a través de él me administraron quimioterapia y me extraían sangre. Lo expliqué en este post: ESTO ES LO QUE VAMOS A HACER

Eso no quita que también piense ¿qué pasará si vuelve el cáncer? Algún día, podría volver a ocurrir. Porque claro, cuerpo conocido, ya sabe cómo se siente en mi organismo y aunque es un huésped hostil y no lo quiero ver nunca más existe la posibilidad que le dé completamente igual. Y pienso, ¡madre mía! ¿Otra vez me lo tendrían que implantar? Entonces procuro ser práctica y pienso disfruta de esta buena noticia y saborea el triunfo de una batalla ganada.

Y la balanza parece que está equilibrada, de momento, no bajo la guardia pero tampoco soy catastrofista. Porque ya sabemos que no hay mal que cien años dure.

AÑO II d. C. (después del Cáncer)

Hoy hace 12282 días que nací. Hoy hace 730 días que volví a nacer.

¿A cuántas personas les puede ocurrir en la vida nacer 2 veces? Personas a las que se les diagnostica una enfermedad importante, padecen un accidente grave… puede ocurrir, por diferentes circunstancias vitales.

Dicen que el primer trauma que vivimos es el propio nacimiento, un esfuerzo titánico para salir del útero materno. Lógicamente, no lo recuerdo, no recuerdo lo que viví hace 33 años, 7 meses y 24 días. Pero si recuerdo, como si fuera hoy, cuando escuché en boca del Dr. Balaguer: “Thalis, tienes un tumor”.

Recuerdo esas palabras y parece un sueño, algunos dirían una pesadilla, yo no. Nunca pensé que fuera una pesadilla mientras lo viví. Sí que pensé que parecía el camino de baldosas amarillas que Dorothy sigue en el “Mago de Oz”, donde no para de encontrarse situaciones que no hacen más que ponerla a prueba. Eso es lo que parecía, una prueba vital, ¿a ver hasta dónde aguantas?, ¿hasta dónde eres capaz de llegar?, ¿dónde se encuentra tu umbral de dolor?, ¿cuánto dolor físico y psicológico puedes llegar a soportar?

Pero también hubo mucho amor, respeto, comprensión, cuidados, escucha, compañía, silencio, hubo mucho de todo esto y eso es lo que hacía que el camino fuera más llevadero.

Las máximas de esos días fueron: resistir, ser positiva, tener paciencia, dejar que me cuidasen, también aceptar los días malos y disfrutar de los días buenos como si no hubiera un mañana.

No negaré que el no haber tenido miedo durante todo el proceso no quiere decir que ahora no lo tenga. A veces lo tengo, a veces se apodera de mis pensamientos el terror. Terror por tener que pasar por un tratamiento como el que pasé.

Pero el optimismo barre cualquier pensamiento negativo y sonrío por la segunda oportunidad, por haber aprendido una valiosa lección y seguir aprendiendo. Vivo, siento y comparto.

Feliz 14 de junio, feliz segundo aniversario, feliz vida Thalis!

MECANISMOS DE DEFENSA O DE FELICIDAD

Hoy víspera de San Juan, han pasado 12 días desde que me operaron.

El año pasado a esta hora, 13:26 estaba en el hospital sometiéndome a una segunda colonoscopia, puesto que en la primera habían detectado el tumor. En esta colonoscopia detectaron 2 ganglios. Uno de ellos era maligno.

Ahora ya no están, nada de todo eso está, pero durante todos estos meses, todas las pruebas, los tratamientos, el dolor, el malestar había algo que siempre estaba y hoy leyendo La Contra de La Vanguardia he recordado.

http://www.lavanguardia.com/lacontra/20120623/54315374618/la-contra-kathinka-evers.html

La señora Evers hace una reflexión durante la entrevista que ha estado muy presente a lo largo de toda mi enfermedad y que he comentado infinidad de veces a mis allegados, ella dice lo siguiente: “las ilusiones existenciales son necesarias. Por ejemplo, no queremos ver el sufrimiento que nos rodea, ser plenamente consciente de él lastraría en exceso nuestra vida”. Pues bien, no se equivoca ni un ápice esta sabia mujer.

Lo que quiero decir es que, mientras me sometían a quimioterapia y radioterapia o cuando me intervinieron quirúrgicamente por vez primera o cuando me pasé una semana a las puertas de la muerte vomitando sin parar y sin fuerza alguna para levantarme de la cama, en mi mente había una idea recurrente que era “en cualquier momento te llaman del hospital y te dicen que se confundieron con el diagnóstico y que no tienes cáncer y que todo esto se ha terminado”. Mi cerebro generó esa idea como mecanismo de defensa a todo lo que acontecía, porque sino era muy difícil luchar contra todo eso.

Estos días que han pasado después de haber salido del hospital son de balance sobre el último año, es irremediable. Y ahora soy consciente o mejor dicho quiero ser consciente de lo dura que ha sido esta batalla, de lo horrible y difícil que ha sido esta situación para mis padres, pero sobre todo para mí. Hasta entonces no quise ser consciente porque si lo era, supongo que creía que no podría superarlo, que no podría vencerlo.

Y ahora son días de agradecimiento y de sentirme muy afortunada, de ser feliz, de querer ser feliz.

Durante muchos años trabajé los fines de semana, dejé de hacerlo en el 2006 o 2007, pues bien a día de hoy no hay sábado cuando me levanto de la cama que no piense “que suerte Thalis no tienes que ir a trabajar a ningún sitio, tienes todo el fin de semana para disfrutarlo”. Pues desde la semana pasada cada día cuando me levanto, cuando me acuesto, cuando me ducho, cuando me visto, cuando me toco el vientre, cuando voy al baño pienso “que suerte Thalis que no tienes que llevar más la bolsa y que tu intestino vuelve a estar en el lugar que le corresponde”.

Debemos dar las gracias cada día por todo lo que somos y lo que tenemos, porque somos muy afortunados, porque las cosas son como uno quiere que sean. Porque pasas tú tiempo en este mundo haciendo lo que tú quieres hacer, si no lo haces pasarás de puntillas toda tu existencia y no te darás cuenta de lo valioso que es el regalo de la vida.