21 DÍAS DE CONFINAMIENTO

por Hemisferio Izquierdo

Dicen que para crear un hábito hace falta cumplirlo durante 21 días. Hoy hace 3 semanas que empecé el confinamiento.

La primera semana, confirmado telefónicamente por el 061, tuve la Covid-19. Los síntomas fueron, dolor articular, fiebre, tos, descomposición, pérdida de los sentidos del gusto y el olfato.

La realidad que estamos viviendo me acerca a la que viví de junio de 2011 a noviembre de 2012 cuando me diagnosticaron un tumor y tuve que pasar por un cúmulo de pruebas, tratamientos, visitas médicas, intervenciones quirúrgicas…

La realidad que estamos viviendo me hace recordar un montón de hábitos, emociones, costumbres que tuve que incorporar a mi vida durante muchos meses, como me gustan mucho las listas, ya que me ayudan a ordenar la mente, los voy a detallar en una:

  • Recogimiento: quedarse en casa es un acto de responsabilidad, para con nosotros y para con el resto de nuestros congéneres.
  • Obediencia: por que siguiendo una serie de normas y hábitos los plazos se acortarán.
  • Paciencia: la vida nos ha brindado la oportunidad de parar(nos), observar(nos), escuchar(nos), acompañar(nos)…
  • Aceptación: estamos viviendo un duelo, el duelo de una vida anterior a esta y pasamos por sus fases tal y como detallé en LAS 5 FASES. Al final debemos aceptar lo que vivimos para poder enfrentarnos a ello.
  • Resiliencia: esta situación nos fortalece, nos hace crecer ante la adversidad y nos permite evolucionar.
  • Aprendizaje: estamos ante un máster de un cambio vital a escala mundial, solo espero que lo aprovechemos todas las personas que habitamos este planeta.

Leo artículos que relatan que la situación excepcional que vivimos va a provocar un cambio de paradigma, me gustaría pensar que en beneficio de todos, priorizando a la naturaleza (que está volviendo a ser la que era antes que viniera la humanidad a destruirla), priorizando a las personas (con conciencia de clase, colaborativa, cooperativa, solidaria), priorizando al colectivo frente al individuo…

No sé, quizás estoy leyendo y pensando mucho y ahora mismo tengo un ideal distópico de como debería ser la sociedad una vez la pandemia llegue a su fin. Que, no será la normalidad, por que nunca hemos vivido en la normalidad si habitábamos un planeta con tanta desigualdad.

¡Feliz confinamiento!

Aprovechémoslo.